ADVERTENCIA: LOS INSULTOS Y AMENAZAS EN LOS COMENTARIOS A MIS ULTIMOS ARTÍCULOS DE DENUNCIA PROVIENEN DE LOS MISMOS AGENTES A SUELDO Y MANDOS POLICIALES QUE SE HAN VISTO AFECTADOS CON MIS PUBLICACIONES (SOL ROJO, “REVOLUCIÓN CULTURAL”, ETC.). NO PROVIENEN DE USUARIOS ESPONTÁNEOS, PUES A DIARIO LOS MISMOS LÚMPENES REPITEN LOS MISMOS INSULTOS Y DEFIENDEN LA MISMA “LÍNEA”. INCLUSO UN USUARIO ME HA INFORMADO QUE HA VISTO AL SEÑOR OSCAR PARI ESCRIBIENDO SUS AMENAZAS EN UNA CABINA PÚBLICA EN ATE-VITARTE. AGRADECERÍA MÁS INFORMACIÓN DETALLADA DE LOS HECHOS, POR SEGURIDAD.


ARIEL COLMENARES


AGOSTO 2011

sábado, 23 de abril de 2011

PERU: ¿POR QUIEN VOTAR?


Luis Arce Borja.
Sábado 9 de abril de 2011

Este domingo (10 de abril) se efectuaron las elecciones presidenciales en Perú. Oficialmente votaron 19’949,915, peruanos. De esta suma cerca de 800 mil lo harán en el extranjero, la mayoría de estos son ciudadanos que salieron huyendo de la pobreza en este país.

La propaganda oficial dice que estos comicios resultan decisivos para el pueblo peruano. No hay ninguna razón de pensar que estas elecciones serán diferentes a las anteriores que fueron una estafa organizada desde el Estado para que individuos como Fujimori, Toledo y Alan García lleguen a la presidencia. Desde hace cerca de 200 años los grupos de poder utilizan los procesos electorales, no como mecanismo democrático, sino como instrumento para mantener un sistema político corrompido que ha hecho del Perú un país sin leyes donde cualquier delincuente puede postular al sillón presidencial o a un puesto parlamentario.

El carácter de estas elecciones están determinadas por dos factores fundamentales: Uno, se trata de la estructura de poder en este país, cuyos representantes políticos han hecho del Perú una republica caricaturesca para que individuos inescrupulosos, piratas y forajidos se sientan con derecho a participar en la carrera presidencial. Un ejemplo de esto es el caso Keiko Fujimori, la hija del sentenciado Alberto Fujimori, que en lugar de ser candidata, debería estar acusada y en prisión por complicidad con criminales y mafiosos. Dos, estas elecciones tienen como base una aguda crisis de representatividad política y legalidad que envuelve a todas las organizaciones partidarias de este país. Los partidos políticos tradicionales (derecha e izquierda) son organizaciones delincuenciales y funcionan como bandas de forajidos sin ninguna línea ni ideológica ni política. Solo buscan el usufructo y la ganancia fácil a través del robo, el contrabando y otros delitos que se cometen en las instituciones del Estado.

La expresión más notoria de esta situación es la desaparición de la izquierda peruana que hasta inicios de los años 80 se llamaba revolucionaria y socialista. La descomposición de esta izquierda es tan grave que ahora sostiene a Ollanta Humala (Gana Perú) un jefe militar de la época de Alberto Fujimori acusado de crímenes de guerra. Este ex oficial del ejercito actuaba bajo el apelativo de “capitán Carlos y fue acusado de tortura y desaparición de un grupo de personas en 1992 cuando dirigía la base contrasubversiva de Madre Mía en San Martín. Que el corrupto poder judicial peruano haya archivado las investigaciones preliminares contra este militar, no significa que las acusaciones hayan sido falsas. Basta recordar que Alan García en su primer gobierno (1985-1990) cometió una serie de delitos penales. Fue acusado de crímenes de centenas de prisioneros, de organizar grupos paramilitares, corrupción, enriquecimiento ilícito y conexión con el narcotráfico internacional, pero sin embargo nunca fue sancionado. Al contrario salio “limpio” y postulo a las elecciones y ganó una vez mas la presidencia del país.

Humala de izquierda?

La prensa fuera del Perú ubica a Humala como el candidato nacionalista y de la izquierda peruana. Muchas veces la CIA americana en combinación con los grupos de poder locales ha fabricado fantoches políticos que se presentan como “nacionalistas”, “renovadores” “progresistas” y hasta “antiimperialistas. Hay muchos ejemplos de esta naturaleza y no solo en Perú sino en todo America Latina. El caso peruano más patético y evidente al respecto es la forma en que Alberto Fujimori inició su carrera política. Fujimori hasta antes de 1990 era un oscuro profesor de Universidad y agente vendedor de casas en Lima. De repente saltó a la palestra y se convirtió en el candidato electoral “opositor” de la derecha”. Su campaña electoral la hizo conduciendo un viejo tractor que lo convirtió en símbolo de trabajo y producción. La izquierda oficial lo llamo el “chinito del pueblo” y con su voto se hizo del poder cuando ya todo el mundo conocía que tras su candidatura estaba la mano de la CIA y de las fuerzas armadas.

Lo mismo ocurrió en 1985 con la candidatura electoral de Alan García. Este utilizó un discurso populista y declaró estar en contra del enriquecimiento de las transnacionales. Amenazó con expropiar la banca y la industria extranjera. Hizo amagues para negar el pago de la deuda externa (al final pagó mas de la cuenta) y estuvo en contra del bloqueo americano contra Cuba. Fue presidente con el “voto popular” y de la izquierda que una vez mas fue cómplice de regimenes corruptos y sanguinarios. El gobierno de este aprista se hundió en la corrupción e impuso una violenta reprensión contra los trabajadores. La misma historia se repitió el año 2001 con Alejandro Toledo quien para la publicidad electoral fue el candidato del “Peru profundo”, “cholo, pobre, que salió “adelante con su esfuerzo”. Se dijo que con Toledo se “derrotaba a la derecha” y que las clases dominantes perdían el poder. El borrachín Toledo, tan derechista y reaccionario como el mismo Fujimori, llegó al gobierno con el apoyo de la izquierda que una vez más vendió su alma al diablo por un escupitajo del poder.

No hay ninguna prueba que muestre que Ollanta Humala es de izquierda o mínimamente progresista. Al el contrario todo conduce a mostrar la perversión política de este candidato. Su falacia como político de izquierda no tiene ningún asidero. Según documentos revelados por WikiLeaks (publicados por El Comercio), al principio la Embajada de Estados Unidos lo fichó como “el candidato ultranacionalista antisistema”, pero con el tiempo lo empezaron a identificar simplemente como “el líder del Partido Nacionalista”. Los cables diplomáticos revisados hasta el momento dan cuenta de que Ollanta Humala visitó al menos una vez al año al embajador de EE.UU. en Lima entre el 2006 y el 2009. De las cuatro reuniones registradas, tres fueron a pedido de la embajada y una a solicitud del propio Humala….ahora candidato presidencial de Gana Perú expresó su deseo de desarrollar buenas relaciones con EE.UU. desde la primera reunión. En reiteradas oportunidades confesó su anhelo de viajar a ese país e incluso pidió ayuda para contactarse con el Partido Demócrata. Según la misma fuente el 26 de junio del 2008 Humala le dijo al embajador de los EE.UU. que él era un “pragmático” que podía salvar al país de los “radicales antisistema que podrían amenazar la estabilidad del Estado”. Agregando además, que era “nacionalista y no izquierdista”.

Cuando el “capitán Carlos” se vio descubierto en sus vínculos con los norteamericanos, su partido emitió un comunicado donde sin escrúpulos intento justificar las reuniones clandestinas entre Humala y los norteamericanos. “En dicha reunión nuestro candidato explicó a la diplomática que en un eventual gobierno de Gana Perú, Ollanta Humala, continuará las relaciones estrechas y amistosas con los EE.UU. tanto en el plano diplomático, como en el intercambio comercial y económico, preservando el mutuo interés en incrementar estos vínculos, con absoluta garantía para los inversionistas extranjeros y en particular para los estadounidenses. En este sentido aseguró que las relaciones bilaterales serán estrechas y fecundas para ambos países.” (Fuente El Diario El Comercio, 11 de marzo 2011).

Con el “capitán Carlos” (Ollanta Humala) se repite la historia electoral en este país en cuyo oscuro escenario político es propicio para que cada 5 años surjan farsantes que se hacen pasar como defensores del pueblo. Amat y León Puño, ya había visto este hecho desde el 2006 cuando anotó a propósito de Huamala y sus seguidores de la izquierda oficial, que los “sectores autodenominados “izquierda”, que han decidido apoyar a cierto candidato a la presidencia (elecciones 2006), el militar en retiro Ollanta Humala, que antes que izquierdista, es un populista y demagogo. Lo peor de todo, es que estos sectores autodenominados “izquierda”, insisten en presentar a dicho candidato, como el representante de la izquierda nacional…Eso no solo es una falacia, sino que además, es un despropósito…no les importa que el candidato Ollanta, desde que se lanzara a postular a la presidencia, haya cambiado, reiteradamente de discurso político, llegando incluso hasta la mentira (recuérdese que paso del rechazo total al TLC, a querer firmar uno; que primero negaba cualquier tipo de relación con el empresario “Siomi” Lerner y ahora si reconoce que este lo financia)… Lo que es verdaderamente deprimente, es que esta pseudo izquierda no cesa de despotricar, en contra de los gobiernos electos en los comicios presidenciales.. Pero desde el año 85, los presidentes del Perú han sido electos con su apoyo”. (Miseria de la izquierda peruana o los izquierdistas miserables del Perú, autor Amat y León Puño. El Diario Internacional, 9 de septiembre 2006)

Aparte de su relación con la embajada norteamericana hay muchos motivos para dudar de la honestidad política de este militar. El origen del dinero para su campaña electoral y sus compañeros de ruta son elementos bastantes notorios del fraude que se ve venir con este izquierdista proveniente de los cuarteles militares, y por qué no de los laboratorios de la CIA americana. Por ejemplo, el jefe de los personeros de Ollanta Humala es el coronel del Ejército en retiro, Luis Humberto Pereira Briceño quien fue acusado de ocultar (robar) el expediente correspondiente a la trayectoria militar de Humala cuando era jefe de la base contrainsurgente de Madre Mía donde se cometieron torturas y asesinatos de campesinos acusados de subversión. Este coronel en retiro es sindicado como agente encubierto de la CIA americana y entre 1990 y el año 2000 estuvo relacionado a Vladimiro Montesinos que trabajaba para la CIA. Como han señalado algunos medios de comunicación el “trabajo” del coronel Pereira para ocultar las pruebas contra Humala ha evitado que el actual candidato presidencial de Gana Perú sea sancionado penalmente y retirado de la contienda electoral.

El financista de Humala

Salomón Lerner Ghitis es asesor y financista de Ollanta Humala. Este personaje, como lo han dichos diferentes medios de comunicación esta vinculados a importantes grupos de poder económicos en el Perú. Cuando era estudiante se unió a la organización estudiantil del APRA. Durante el régimen del dictador Velasco Alvarado (1968-1975) fue gerente del monopolio estatal pesquero (EPCHAP). Cuando se vino a bajo el régimen velasquista se pasó inmediatamente al lado del general Morales Bermúdez, otro golpista. En 1985 colaboró con el desastroso gobierno de Alan García y se enriqueció con la compra de papeles de la deuda externa. A partir de 1990 inicio su colaboración con el régimen de Alberto Fujimori y formó parte del directorio de Frecuencia Latina, canal de televisión vinculado al Servicio de Inteligencia Nacional de Montesinos. En el 2001 dio un salto y “trabajó» con el gobierno de Toledo. El gobierno de “todas las sangres” le otorgo la presidencia de la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide) lo que le posibilito enriquecerse aun más. Durante el gobierno de Toledo se vio involucrado en negocio turbio del helicóptero presidencial.

Personajes para todos los gustos

Nicolás Lynch Gamero (encargado del área de educación de Humala), como lo ha dicho un medio peruano, se “arrodilló” ante Toledo Manrique para juramentar como ministro de Educación. Javier Diez Canseco, ex militante de izquierda (convertido a las ideas de la socialdemocracia europea) ya en otra ocasión sostuvo la campaña presidencial de Alan Garcia, de Fujimori y de Toledo. Manuel Dammert, fue de izquierda y después de reengancho en el gobierno del APRA. Edmundo Murrugara, otro izquierdista que acabo de lava platos del gobierno de Toledo, antes apoyó a García y Fujimori. Sinesio López, otro personaje del grupo de Humala, fue un activista de la campaña electoral de Alberto Fujimori en 1990. Durante el gobierno de Toledo fue responsable de la Biblioteca Nacional. Carlos Tapia, parlamentario jubilado (con fraude) responsable de seguridad, narcotráfico y terrorismo de Humala, es dueño de una ONG y durante el fujimorismo aspiro a dirigir el ministerio del Interior. En esa apoca de crímenes masivos de la población fue conferencista en los centros de instrucción del ejercito y la policía.
El pueblo peruano por dignidad debería viciar su voto o simplemente no acudir al acto electoral. Participar en este proceso electoral es de por si solo, una forma de colaborar en una farsa montada para hacer de los trabajadores y el pueblo carneros que se conduce pacíficamente al matadero

http://www.eldiariointernacional.com/spip.php?article3077

PERU: ¿EL MILITAR HUMALA O LA HIJA DEL CRIMINAL FUJIMORI?


Luis Arce Borja.
Miércoles 13 de abril de 2011

En las elecciones del domingo pasado (10 de abril) resultó un solo ganador: los grupos de poder y el imperialismo. El pueblo nuevamente fue estafado y sin misericordia fue obligado a escoger entre los candidatos de la propia derecha peruana. Al 95.362% del recuento de votos (ONPE) la lista de Humala (Gana Perú) tuvo 4, 485,589 votos lo que significa el 31.741 % de los votos validos. Por su parte Keiko Fujimori (Fuerza 2011) logró 3,321,267 que es el 23.502 % de los votos validos. Ninguno de los candidatos logró el 51% de los votos requeridos para sentarse en el sillón presidencial. Ello resulta un fracaso para la derecha que en el terreno electoral ha jugado un partido sin contrincante, sin oposición de izquierda ni popular. Si se toma en cuanta los votos de Humala y de Keiko Fujimori estos suman 7’806, 856 votos. Esta cantidad es apenas un poco mas de un tercio de los 19’949,915 votos emitidos para este proceso.

Esta contienda electoral fue entre la derecha y la propia derecha. El pueblo sin ninguna representación, se excluyó de un protagonismo político mismo en el terreno electoral. Su rol ha sido marginal y su voto se restringió a favorecer a candidatos de la derecha que en el futuro inmediato serán sus propios verdugos. El dilema actual de los grupos de poder es a quien poner como presidente. Tanto Humala como la hija de Fujimori tienen semejanzas políticas y sus diferencias son de forma pero no de contenido.

Ellos, como antes lo hicieron Fujimori, Toledo y Alan García, aseguran la continuación del sistema político del Perú. Ambos candidatos son cínicos, farsantes, inescrupulosos y moldeables a las circunstancias del momento. Son capaces de vender su propia alma para lograr la presidencia. Estos dos candidatos tienen “rabo de paja”. Humala es acusado de crímenes de guerra cometidos en 1992 cuando era oficial del ejército criminal de Fujimori. Keiko Fujimori lleva la carga pesada de ser la hija del prontuariado, criminal y corrupto ex presidente del Perú actualmente en prisión. Además esta sindicada de haber usado la influencia de su padre para liberar a un narcotraficante.

Humala y la hija de Fujimori, para ganar la segunda vuelta electoral, no tienen otra salida que negociar la repartición de la torta del Estado con los otros candidatos electorales de la derecha. Ahí están presentes personajes como Pedro Pablo Kuczynski 2 millones 210 mil 006 votos (15.618 %), Alejandro Toledo dos millones 210 mil 006 (15.618 %) y Luis Castañeda Lossio un millón 392 mil 116 votos (9.838 %). El total de votos a negociar es de 6’223,073 millones que como negocio en la política peruana se paga al cash en ministerios, altos puestos en el Estado, representaciones internacionales, concesiones para apropiarse de las riquezas de este país, medidas antilaborales y un sin de leyes y disposiciones para proteger la sagrada propiedad de ricos y poderosos.

Por lo pronto Ollanta Humala ha declarado que quiere hacer "una gran mesa" en un eventual gobierno de Gana Perú con todas las fuerzas que lo quieran apoyar. Aseguro que esta listo para hacer muchas concesiones por la “unidad del Perú", incluso dijo estar dispuesto a modificar su programa. Por su parte el escritor Mario Vargas Llosa, que en política es un representante de la derecha de los Estados Unidos en Perú, ha señalado que “votará por Ollanta Humala”. Por su parte Humala anunció sentirse contento con el apoyo del escritor. “Veo una ventana abierta para poder dialogar con Mario Vargas Llosa, somos amigos, lo conozco, estimo y lo respeto por la valía intelectual que tiene y convicción de defender sus ideas. Es uno de los peruanos que da más brillo al Perú internacionalmente, por lo tanto, respeto sus opiniones y saludo esta opinión”, dijo el candidato de Gana Perú (RPP Noticias, 13 de abril).

A diferencia de anteriores procesos electoral, los candidatos presidenciales, respecto a sus programas de gobierno, han sido casi homogéneos. Las diferencias políticas entre estos resultan ficticias y muchas de ellas fueron creadas con fines electorales. Por ejemplo, en el terreno de la economía del pais, tanto Humala como Keiko Fujimori, privilegian reforzar la economía de mercado y la “inversión privada nacional y extranjera”. Ambos candidatos han asegurado al gobierno de los Estados Unidos mantener con esta potencia las “buenas relaciones” tanto en lo político como en las inversiones.

El comandante Humala y la hija de Fujimori abogan por un Estado fuerte dicen ellos para contrarrestar el “narcoterrorismo” y la corrupción. ¿Estado anticorrupción?. Es precisamente del Estado donde surgen todas las mafias que desde hace una centena de años saquea las riquezas de esta país. Es desde el Estado, ya sea bajo el gobierno de Fujimori o de Alan García, que se han manejado las mafias involucradas en el narcotráfico internacional con conexión en la selva peruana.

En torno a los militares ambos candidatos han hecho saber que fortalecerán las fuerzas armadas. Hay que recordar que las fuerzas armadas del Perú son un lastre pesado, una carga parasitaria para el Estado. Las instituciones militares están desprestigiadas por su vocación criminal y su alto grado de corrupción. Sus más altos representantes se han vinculado con el narcotráfico, contrabando de armas, trafico en el uso de los bienes del Estado (gasolina, casas, etc.) y en otros delitos. Cualquier gobierno medianamente democrático tendría que limitar el tamaño y el poder de estas fuerzas armadas que no sirven para nada, salvo para asesinar a miles de humildes ciudadanos. Las fuerzas armadas del Perú, vergüenza histórica de este país, deberían desaparecer por su inutilidad y además por significar un peligro permanente para cualquier sistema democrático.

Sobre la religión, otro lastre de la sociedad peruana, tanto Humala como Keiko Fujimori, se han declarado católicos y seguidores del cardenal Luis Cipriani quien durante el fujimorismo apoyo el crimen y las matanzas organizadas por el gobierno y las fuerzas armadas. Cipriani es también representante del OPUS DEI en Perú y es uno de los curas más recalcitrantes de America Latina contra el aborto, el preservativo y el matrimonio entre homosexuales. Un mes antes de las elecciones se organizó una reunión entre Ollanta Humala y el archireaccionario Luis Cipriani. En ese encuentro Humala le confeso al cardenal ser “un católico conservador” y estar contra el aborto y el matrimonio homosexual. Casi en la misma fecha, Keiko Fujimori se dio cita con este cardenal del OPUS DEI. En dicho encuentro la hija de Fujimori reitero su vocación católica y su oposición al aborto. Suscribió todos los planteamientos feudales y reaccionarios del cardenal Cipriani. Le dijo que su padre lo admiraba y que esperaba verlo lo más pronto posible.

De esta manera la segunda vuelta, es en otras palabras la segunda estafa donde el pueblo una vez más será utilizado como miserable carnero conducido al matadero. Así a pocos días de la primera vuelta, ya comienzan a desfilar los curas como Cipriani, los personeros del APRA, los generales criminales y ladrones, los jefes de bandas, los representantes de la embajada norteamericana y todos aquellos que ven el Ollanta Humala o en Keiko Fujimori, la expresión mas nítida del testaferro (a) ideal, del ganapán (a), del busquilla, y del vendepatria sin ética y sin moral que próximamente estará sentado (a) en el sillón presidencial.


http://www.eldiariointernacional.com/spip.php?article3080

LADRIDOS DE PERROS CONTRA EL DIARIO.


Sábado 17 de junio de 2006
Fuente:http://www.eldiariointernacional.com/spip.php?article289&var_recherche=contra%20el%20diario

Que nuestros lectores nos disculpen por reproducir una “carta” cuyo texto son ladridos de perros contra el Diario Internacional. Es cierto que esta “carta amenaza” es un vomito negro, que hay que aguantar la respiración para leerla, pero su tono y su grosería muestra como siguen actuando los agentes del Estado peruano contra todo medio de comunicación de izquierda. Si publicamos esta “misiva-vómito”, es para mostrar como los agentes que antes trabajaron para el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) que dirigía Vladimiro Montesinos (muchos de ellos se camuflaron detrás del maoísmo), siguen activos y ahora gritan su odio contra este medio de comunicación.

¿Cómo es la regla?. Si el enemigo te ataca y te viste de negro, eso es bueno y eso muestra que se avanza. Entonces, diríamos que el relanzamiento de El Diario, ha llevado a la desesperación a los enemigos de este medio de comunicación. Nuestros enemigos, aquellos del Perú y del extranjero, no esperaban que en menos de un mes resolviéramos los problemas crados a esta página WEB a raíz del boicot por Internet que nos paralizo cerca de 4 semanas. Entonces es verdad que avanzamos, y por eso ladran nuestros pobres enemigos.

Aquí la carta vomito que es firmada por un tal “pepe pérez”, que bien podría ser cualquier miembro de la policía antiterrorista del Perú, o el mismo “chito Ríos” que ahora se prepara para reeditar el “Comando Rodrigo Franco” que actuó entre 1985 y 1990. Lo que es seguro que esta cariñosa misiva, proviene del extranjero, y con seguridad sale de las tripas de aquellos que no soportan que El Diario Internacional, venciendo problemas y zancadillas siga luchando contra los sátrapas y políticos del Perú, y contra todos aquellos que desde un falso “maoísmo” (traidores y capituladores) se vendieron a la policía peruana por un plato de lentejas.


ARCE BORJA — SUJETO RASTRERO RATA REVISIONISTA.

A las Masas Combativas, Al pueblo Peruano y al Mundo en general se les INFORMA Y ALERTA que la rata revisionista arce borja....seudo periodista, vidente de barreada, analista politico, ideologo y hasta transformador o transmutador de la historia popular en su seudo diario chicha "el diario internacional".....que de internacional solo tiene un "copiar y pegar" de noticias que salen en diversos medios en internet.....y QUERIENDO PRESENTARLOS como "enviados especiales para el diario internacional".....QUE PRETENDIENDO hacer creer que un HACKER intento destruir su [valioso e historico] "periodicucho"...ya que segun ellos osea arce y pandilla "REPRESENTAN LA VERDAD HISTORICA Y UNIVERSAL"......y la realidad es que quieren CAMUFLAR Y ELIMINAR RASTRO de su COMPORTAMIENTO TRAIDOR, SERVIL Y REVISIONISTA QUE REALIZAN DIA A DIA en contra de LA LUCHA POPULAR Y EL AVANCE INCONTENIBLE DE LA GUERRA POPULAR EN EL PERU ESPECIFICAMENTE Y PRETENDER QUITAR VALOR HISTORICO POPULAR DEL PENSAMIENTO GONZALO - PENSAMIENTO Y GUIA DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERU!!!

Al apreciar el ritmo y camino que contornea segun la direccion que el viento le da de acuerdo a la coyuntura politica mundial y especificamente peruana (a quienes ellos pretenden presentarse como los verdaderos portavoces del pueblo y el oido real de las necesidades de las masas)....COMPLETA Y ABSOLUTA FALSEDAD!!

El limite del desparpajo y descaro que pretende hacer creer este sujeto y pandilla.....al comentar en sus "Cartas al diario".....las cuales publica tan solo aquellas que sujetos como ellos ratas revisionistas........se alaban y pedorrean en sus apetitos figurativos y de espectaculo......PRETENDER DECIR QUE ESTAN MIL VECES AMENAZADOS DE MUERTE....y que ellos no se corren y no tienen miedo a dichas amenazas......pues lo que si deben saber que aun QUE SE ENCUENTREN LEJOS DEL PERU o pretendan tan solo pensar que su distancia los exhonera de PAGAR SUS DEUDAS CON EL PUEBLO PERUANO y LA TRAICION SERVIL Y VENDEPATRIA que realizan dia a dia......Pretender DISTORSIONAR LA VALIDEZ UNIVERSAL DEL PENSAMIENTO GONZALO, ATACAR A NUESTRO PRESIDENTE GONZALO Y PRETENDER MENCIONAR QUE LA GUERRA POPULAR TUVO SU FIN ......LO CUAL ES UNA COMPLETA Y PODRIDA FALSEDAD.......para la cual sus enviados que tiene en nuestro PERU....DEBERIAN INFORMARLO BIEN Y NO DEJARSE LLEVAR POR LA PRENSA LOCAL LAMECULO tan igual como la suya.

Queda Ud. seudo periodista totalmente alertado que las medidas estan decididas y las acciones estan tomadas......se le CONMINA A DEJAR O ALEJARSE DE SU POSICION TRAIDORA O APARTARSE DEL CAMINO INCONTENIBLE DE LA GUERRA POPULAR EN EL PERU....y su pedioducho utilizarlo quizás para el espectáculo local o internacional......el cual UD y pandilla saben muy bien hacer dicho papelucho.LAS MASAS HARAN PAGAR SU DEUDA ESO ES INDEFECTIBLEMENTE VALEDERO Y REAL!!!

NUEVO PERU 2006

NEPAL: ¡SALVAR LA REVOLUCIÓN!



El presente artículo hace un analisis crítico de la situación de la revolución en Nepal y el revisionismo prachandista

Por KJA (email: kja.2011@hotmail.co.uk)

(Veterano simpatizante, en el extranjero, de la Revolución de Nepal. El artículo fue publicado originalmente en nepalés en la revista Samayabaddha [Tiempos Modernos] en noviembre de 2010)




Si bien todo el que ha apoyado la revolución nepalesa desde el comienzo está observando con preocupación la situación y esperando que la revolución encuentre un camino al triunfo, el verdadero internacionalismo proletario exige mirar sinceramente la línea y las políticas del Partido y confrontar el peligro de que, a menos de que se cambie la línea, se perderán definitivamente los frutos de la revolución.

Asoman dos peligros frente al Partido y las masas. Un peligro es que el rumbo por el que ha transitado el Partido durante los últimos cuatro años ha llegado a su conclusión lógica y en su lugar se consolidará una nueva versión del reaccionario orden burgués-comprador. Las esperanzas que la Guerra Popular encendió y alimentó de construir una nueva sociedad sin (y contra) los principales explotadores, tanto tradicionales como modernos, están siendo apagadas mientras los mismos líderes de la revolución se enredan cada vez más en el proceso de forjar las instituciones que deberían ser desmanteladas.

El otro gran peligro es que las fuerzas del viejo orden utilicen la actual crisis para asestar un golpe decisivo a la revolución y tomar venganza contra el Partido y las masas por los diez años de Guerra Popular y para impedir que se continúe la lucha por avanzar la revolución, consolidando por la fuerza un sistema político que apuntale en su lugar el sistema de explotación capitalista y semifeudal.

Al mismo tiempo, a pesar del gran daño hecho por el revisionismo que ha sido dominante en el Partido en los últimos años, existe todavía una base para invertir el rumbo y llevar la revolución a la victoria si se hace una ruptura contundente con el revisionismo y se logra establecer en el Partido una línea básicamente correcta.

El Partido está operando actualmente en el marco de la resolución del Comité Central en su reunión de París Danda [en Katmandú]. Muchos camaradas vieron la lucha librada en el Partido y la resolución del CC como un paso adelante decisivo ya que la resolución rechaza algunos de los argumentos abiertamente revisionistas respecto al carácter de la nueva república burguesa y reafirma la necesidad del establecimiento de un estado de nueva democracia. Pero desafortunadamente la resolución de Paris Danda ha continuado con el eclecticismo que ha jugado un papel tan grande en el Partido y que ha maniatado ideológicamente a muchos dentro del Partido que quieren retomar un camino revolucionario.

La resolución de París Danda llama al establecimiento de una República Popular y advierte contra los esfuerzos de los reaccionarios que están haciendo conspiraciones y “replegándose hacia el status quo”. A los camaradas se les insta a evitar ser provocados a la guerra por las fuerzas que se oponen al avance del movimiento popular, y a presentar claramente a las masas que los revolucionarios son las fuerzas que están defendiendo acérrimamente la Asamblea Constituyente [AC] y el proceso de paz. Pasa a argumentar que “Para eso, tácticamente tienen que incluirse en nuestras consignas la paz, la constitución, la independencia nacional, la ‘supremacía civil’ y el ‘gobierno nacional encabezado por los maoístas’. Basados en estas consignas, las luchas planificadas realizadas desde el parlamento y en las calles, derrotando las conspiraciones reaccionarias, las amplias masas pueden ser dirigidas a la conclusión de la meta estratégica de la revolución democrática”. En otras palabras, se reafirma como meta estratégica la república popular cuyo carácter debería definirse como un diferente estado dirigido por el proletariado. Sin embargo los medios propuestos para lograr esta república popular es aceptar la estricta lealtad a los principios democrático-burgueses y por supuesto a las mismas instituciones que claramente se admite están ligadas a una república burguesa, y todavía en las manos de clases reaccionarias.

¿Cuál poder estatal es legítimo?

En 2006 luego de 10 años de Guerra Popular las clases reaccionarias tenían la desesperada necesidad de encontrar una base para restaurar la legitimidad, a los ojos del pueblo, de su poder estatal y su ejército reaccionario. Por esto es que los reaccionarios, con la asesoría de la India y del imperialismo mundial, no sólo aceptaron la necesidad de un proceso de paz y de una Asamblea Constituyente sino que se agarraron a estos como su salvavidas. Durante los últimos cuatro años, estas fuerzas han trabajado duro por debilitar la capacidad del Partido y de las masas revolucionarias de llevar las cosas adelante hacia el necesario paso siguiente.

El problema es que la propia carencia del Partido de una clara comprensión de la necesidad de escapar de todo el marco de la democracia burguesa significa que el Partido no podía desafiar la legitimidad de las nuevas instituciones —incluso el odiado Ejército Nepalés obtuvo un nuevo aire. El Partido no enfatizó que su legitimidad provenía de su papel en dirigir la Guerra Popular y luchar por liberar al pueblo de la explotación. El Partido abandonó, en gran medida, las mismas fuerzas que había ganado a través de dirigir al pueblo en una revolución que iba contra los límites de las instituciones burguesas. En lugar de eso el partido buscó establecer su legitimidad como defensores del proceso de paz y posteriormente basó su reclamo de legitimidad en su éxito electoral. De hecho, presentarles la cuestión a las masas en estos términos sólo acaba dándole legitimidad a erróneos criterios e instituciones, y menoscaba la legitimidad de la misma revolución y de las fuerzas que la han hecho real a través de la lucha.

El acuartelamiento del EPL en acantonamientos bajo el ojo vigilante de monitores de la ONU constituye evidencia manifiesta de que todo el periodo desde la firma del Acuerdo Integral de Paz [AIP] ha entrabado de manera dramática la iniciativa independiente de las fuerzas de la revolución. Pero tiene que señalarse que incluso este penoso error es secundario con respecto a uno aún más fundamental: las metas de la revolución están siendo abandonadas o deformadas.

Entrar en el Acuerdo de 12 puntos y en el AIP constituía realmente un compromiso a permanecer en un marco burgués y a reconocer el papel central del viejo pero rebautizado Ejército Real Nepalés, como el pilar del estado. Antes y durante este tiempo se desarrollaron todo tipo de argumentos revisionistas sobre el llamado “estado de transición” que supuestamente no tenía carácter de clase. De hecho, los elementos pro-feudales y pro-imperialistas se mantuvieron claros sobre su carácter de clase y estuvieron y se mantuvieron decididos a combatir hasta el final por garantizar que el estado que surgiera del proceso de paz preservara las viejas relaciones de explotación y opresión. Sin embargo en vez de desafiar sin ambages esta lógica, en vez de denunciar que estas nuevas instituciones son en realidad coherentes con el viejo sistema reaccionario, los maoístas se mantuvieron tratando de pelear en la cancha montada por las clases reaccionarias y la “comunidad internacional” quienes hacen las reglas y designan los árbitros.

Toda la forma en que el Partido ha manejado, y sigue manejando, el asunto Katawal [que estalló en mayo de 2009] ilustra claramente este punto. La lección realmente importante del episodio del Jefe del Estado Mayor es que el Ejército Nepalés [EN] fue construido a imagen de las clases explotadoras de Nepal y este ejército existe para servir a las viejas relaciones de poder a las que la revolución supuestamente iba a poner fin. Los comunistas deben denunciar el hecho de que el Ejército Nepalés es producto de la dominación de las clases reaccionarias y la refuerza —y no que el ejército tiene que obedecer a las “autoridades civiles” como el Partido constantemente ha insistido. En efecto, por esto es por lo que el reconocimiento del papel central del EN constituyó un ingrediente tan crucial en todo el “proceso de paz” —la garantía primordial de que independientemente de lo que resulte de las elecciones, no habría transferencia de poder por parte de las clases explotadoras. En realidad, el EN representa la continuidad entre la monarquía y la república y muestra su común carácter de clase. La cuestión fundamental no es que el EN está violando los principios republicanos, sino por el contrario que la república, el poder estatal mismo, se basa y está respaldado en últimas por el Ejército Nepalés.



La lucha por avanzar a partir de aquí

La misma Guerra Popular proporciona estupendo material para mostrarles a las masas concretamente la diferencia entre el poder estatal de nueva democracia que se estaba construyendo de manera inicial en las bases de apoyo por una parte, y el poder estatal de los reaccionarios por la otra. Donde el EPL y las masas populares estaban a cargo, se realizaron importantes cambios que tuvieron un impacto muy positivo sobre la vida de las masas: por ejemplo, cómo las mujeres jóvenes en el campo en Nepal ganaron nueva libertad; cómo la autoridad revolucionaria hizo dramáticos ataques contra el sistema de castas; así como el verdadero inicio de cambios en el sistema de propiedad de la tierra en las zonas donde la revolución era más fuerte. Esto mostró de manera inicial la vitalidad y el atractivo de la nueva democracia y mostró cómo este tipo de democracia para las masas sólo podía existir debido a que el pueblo tenía sus propias fuerzas armadas, tenía su propia dictadura sobre las clases explotadoras. Este nuevo poder era capaz de proteger a las masas y proteger las instituciones que la revolución estaba creando de los matones, los reaccionarios y, sobre todo, del odiado Ejército Real Nepalés. Por supuesto, los liberadores cambios que comenzaron en las zonas liberadas no podían implementarse por completo precisamente debido al viejo poder estatal centrado en Katmandú e impuesto por el ERN. Pero éste es precisamente el punto que se necesita plantear nítidamente a toda la sociedad: se requiere establecer un nuevo poder estatal revolucionario en todo el país.

Una vez el poder a nivel nacional esté en las manos del pueblo dirigido por los comunistas revolucionarios se abre todo un nuevo horizonte para los tipos de transformaciones que las masas pueden producir. Sólo entonces se hace posible realmente destruir de raíz el viejo sistema de propiedad de la tierra, sobre una base revolucionaria. Piénsese en las posibilidades que se abren cuando la sociedad puede hacerse cargo de los principales recursos del país quitándoselos a los imperialistas y a los capitalistas burocrático-compradores y transformar estos recursos, pasando de ser usados como instrumentos de explotación a ser herramientas que pueden construir una nueva e independiente economía nacional al servicio del pueblo.

Tomemos el muy importante ejemplo de la liberación de la mujer. Todo el mundo el dramático cambio que fue para la mujer el jugar un papel tan crucial en el EPL así como en la revolución más en general y el gran golpe que esto significó para las formas tanto feudales como modernas de opresión de la mujer. Pero con el descarrilamiento de la revolución hacia el proceso electoral y constitucional no es posible desencadenar a este sector de las masas de la misma forma. En vez de movilizar a miles y miles de mujeres a ser parte de dirigir y transformar la sociedad como se hizo durante la Guerra Popular, el tipo de instituciones y políticas que se están estableciendo a través del procedimiento de la AC desmovilizará a estas mujeres, las confinará de nuevo al arduo trabajo doméstico y a la tiranía de las vejas relaciones sociales. Esto es cierto aunque la AC (o cualquier nuevo gobierno que pueda establecerse dentro del mismo molde básico) garantice la representación de un gran porcentaje de mujeres. Estos tipos de instituciones burguesas nunca desencadenan la iniciativa y el entusiasmo de las masas —es por esto que los reaccionarios han llegado a entender el valor de instituciones que reducen el papel de las amplias masas a simples votantes y observadores mientras aquellos que ellos eligen se enredan en la red del parlamento y son incapaces de efectuar algún cambio verdadero.

Desafortunadamente, el Partido no está recurriendo a las verdaderas fuerzas producidas mediante la Guerra Popular. La lucha por la emancipación de la mujer, la lucha contra el sistema de castas y la lucha por la verdadera igualdad de las nacionalidades han demostrado el inmenso potencial para movilizar a las masas a hacer la revolución. Pero la confusión ideológica y política le imposibilita al liderato movilizar estas fuerzas —en verdad ellos no pueden ni siquiera verlas. En vez de eso están tomando profundos problemas de la sociedad y convirtiéndolos en estrechas demandas acerca de reservaciones. Al sacar estas cuestiones del contexto de la nueva democracia y ponerlas en el proceso constitucional burgués el Partido le arranca el alma revolucionaria a estas luchas, volviéndolas incapaces de realmente involucrar por completo a las masas, y canaliza las energías de los militantes hacia callejones sin salida.

En la médula de la Guerra Popular estaba la revolución agraria que es fundamental para lograr la nueva democracia, quebrándole el lomo al feudalismo y liberando al país de las garras del imperialismo. Llevar a cabo la revolución agraria sigue siendo un objetivo clave y una urgente necesidad de la sociedad. Sin embargo a esto no se le da la importancia central en las políticas y consignas del Partido y en vez de eso cuando si acaso se menciona es reducida por lo general a la necesidad de una “reforma agraria científica” que está más en armonía con el tipo de “reforma agraria” practicada por estados como la India, que con una movilización de las masas para transformar todo el sistema agrario.

Es necesario y posible que el Partido formule demandas y consignas que recurran a la experiencia de la Guerra Popular y del poder político inicial que ésta estableció y que centró agudamente la atención en las contradicciones reales y esenciales que se necesitan resolver como parte de culminar la revolución de nueva democracia. Las masas necesitan ser movilizadas sobre esta base y no otra. En el curso de esto debe ser posible que millones de personas comprendan rápidamente por qué se requiere un diferente poder estatal, y no, como dice la resolución del CC de París Danda, “un gobierno nacional encabezado por los maoístas” que salga, y sea responsable, del proceso de la CA.

Las tácticas y consignas del Partido tienen que reflejar la lucha por culminar la revolución de nueva democracia. Esto es lo contrario de las tácticas que el Partido está ahora empleando. He leído un artículo de un apoyador del PCUN(M) en el extranjero quien alega que la consigna “supremacía civil sobre los militares” puede jugar el mismo papel en Nepal que jugó en Rusia durante la Revolución de Octubre la consigna de Lenin de “tierra, pan y paz”. Pero ésta es una comparación fala y peligrosa. Primero que todo, la “paz” por la que los bolcheviques estaban luchando era el retirarse de la guerra imperialista, una guerra que iba contra los intereses de las masas. Esta exigencia fortalecía la capacidad de hacer la revolución y no promovía la paz de clases. Lenin planteó consignas que eran consistentes con una estrategia general de propugnar por un diferente poder estatal y movilizar a las masas en torno a eso. Lenin también planteó la consigna “Todo el Poder a los soviets” que era específicamente un llamado a rechazar la legitimidad de las estructuras del estado burgués, que habían surgido en el curso de la revolución democrático burguesa de febrero de 1917, y a remplazar estas estructuras con las que habían surgido del proceso revolucionario, y especialmente en el seno de los obreros y campesinos (los soviets o consejos de obreros y campesinos). Las tácticas son necesarias para que sirvan a la estrategia, pero no pueden ponerse por encima del nivel de la estrategia y no pueden contradecir a la estrategia en un sentido fundamental. Las tácticas no son un medio para “engañar” o “embaucar” a los enemigos o a sectores del pueblo. Los comunistas que piensan lo contrario realmente sólo se están engañando a sí mismas y a sus simpatizantes.

Existe la necesidad y la posibilidad de presentar una visión real de cómo se vería la sociedad futura y de por qué tal sociedad sólo es posible si se establece un nuevo poder estatal. Como parte de esta visión podría ser importante el papel de la constitución del estado de nueva democracia. Pero esto no debe confundirse con el proceso de redacción de la constitución que se ha vuelto interminable en la Asamblea Constituyente. Sin un poder político de un tipo completamente diferente ninguna constitución puede garantizar los intereses del pueblo y proporcionar un marco de la transformación social.



El reto de tomar el Poder a nivel nacional

No hay escapatoria de la realidad fundamental de que la conquista del poder en todo el país es muy difícil y que no existe garantía de éxito. El Ejército Nepalés está bien armado, tiene montones de experiencia en la guerra, tiene el apoyo de la India, de China y de los países imperialistas y tiene un núcleo duro de oficiales y soldados unidos en contra de la revolución. Si bien es necesario buscar cualquier posible “fisura” en las filas del enemigo y emplear tácticas que puedan promover y estimular tales divisiones, no tiene vuelta de hoja la realidad de que el núcleo reaccionario del EN será un oponente cruel y sanguinario.

Una de las tareas cruciales de los revolucionarios comunistas en cualquier país es encontrar los medios apropiados de estrategia y táctica que les permita a las fuerzas revolucionarias realmente triunfar. De lo que leí en la resolución de París Danda el partido está basándose en la idea de que un importante sector del ejército reaccionario incluso de su cuerpo de oficiales se pondrá del lado de la revolución. Parece ser que la idea es que las fuerzas de clase reaccionarias se desenmascararán como aliadas de las potencias extranjeras y traidoras a la soberanía nacional, y sobre esa base el Ejército Nepalés se escindirá. En realidad, el éxito de la revolución queda ligado y dependiente de esta estrategia.

Como plantea un apoyador de la revolución en Nepal en un artículo publicado en línea en la edición Nº 200 de Revolución, el periódico del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos: “Parece claro que, en la situación actual de Nepal, es correcto buscar cohesionar a fuerzas amplias contra la intervención extranjera y el potencial de una intervención extranjera e incluso es correcto hacer intentos serios, como una TÁCTICA subordinada, para dividir a las fuerzas reaccionarias, incluido el ejército reaccionario; pero plantear esto —y elevar lo último en particular (dividir y ganar a sectores del ejército reaccionario)— al nivel de una ESTRATEGIA es completamente erróneo, y se expone muy seriamente al desastre. Simplemente hay que preguntarse: si estos intentos (de dividir el ejército reaccionario, etc.) fracasan y uno ha hecho que su enfoque general dependiera de eso... ¿entonces qué? Y parece muy claro que no existe ninguna otra dimensión en la que el PCUN (M) esté haciendo preparativos serios y concretos para un enfrentamiento real con las fuerzas armadas de la reacción. Por ejemplo, la movilización combativa y popular de la juventud en las zonas urbanas así como las zonas rurales podría constituir un elemento importante de una estrategia general para llevar la revolución hacia adelante en los hechos y para prepararse para el enfrentamiento decisivo contra las fuerzas armadas de la reacción; pero eso en sí no es y no puede ser un sustituto de empuñar una fuerza disciplinada y organizada, ni los medios esenciales para empuñarla, con el fin de enfrentar y derrotar a las fuerzas armadas de la reacción, ya sean nacionales y además muy posiblemente extranjeras.”

Hay un mundo de diferencia entre un régimen de nueva democracia dirigido por un partido de vanguardia y un “gobierno nacional encabezado por los maoístas” establecido dentro de las estructuras de la AC. Es cierto que bajo determinadas circunstancias es posible imaginar un “gobierno nacional encabezado por los maoístas” que fuera tolerado por las clases reaccionarias y por el Ejército Nepalés, al menos por algún tiempo. Pero éste sería el caso sólo si tal gobierno no fuera pensado para desafiar ni desafiara las fundamentales relaciones de propiedad y sociales. En otras palabras, sólo si el Partido aceptara, en realidad, convertirse en defensores del sistema existente. La historia está repleta de ejemplos de este camino tomado por partidos revisionistas, con muy terribles consecuencias para las masas en esos países. ¿No es éste, por ejemplo, el pacto con el diablo que se hizo con el gobierno del CNA en Sudáfrica? Un “gobierno nacional encabezado por los maoístas” no es una meta que uno quisiera en absoluto.

En vez de movilizar a las masas en la ciudad y el campo como parte de un plan consciente que apunte a lograr los objetivos auténticamente revolucionarios como se hizo durante los diez años de la Guerra Popular, la movilización de las masas se ha convertido en una táctica que las convierte a ellas en “grupo de presión” que se activa y se desactiva según el ritmo de las negociaciones con los partidos reaccionarios. De nuevo vemos el peligro de la redefinición de conceptos como “conquistar el Poder” e “insurrección” para significar algo distinto a la destrucción del aparato estatal existente. Una “insurrección” de este tipo no puede crear un nuevo ejército y unas nuevas instituciones que garanticen que el pueblo gobierne o que lleven a una auténtica transformación revolucionaria.

Muchos observadores dentro y fuera de Nepal han señalado cómo las promesas de una inminente insurrección han sido abandonadas una y otra vez. Algunos ven en esto un patrón de engaño por parte de los líderes del Partido. Otros argumentan que es simplemente la falta de un plan coherente para verdaderamente transformar las promesas en realidad. Sin embargo, ésta es de hecho otra evidencia más de una falta de claridad sobre los objetivos de la revolución traducida a la práctica. Independientemente de la intención de muchos camaradas del Partido, la verdadera meta, en otras palabras la única meta, que puede realmente alcanzarse con este enfoque, se convierte en reencauchar algún nuevo tipo de gobierno en el que los dirigentes del partido una vez más sean responsables de preservar y apuntalar las viejas relaciones. El que esto tenga lugar de manera violenta o pacífica no es la cuestión fundamental.



El eslabón entre los problemas en la teoría y los problemas en la práctica

Las cuestiones políticas que el Partido está enfrentando actualmente no surgen de la nada. Los problemas de evaluar correctamente el actual estado nepalés están muy ligados a los errores y confusión teóricos que han existido en el Partido desde hace algún tiempo sobre el carácter del estado en general y especialmente sobre la necesidad y el carácter de la dictadura del proletariado, incluso en su forma de nueva democracia. Muchas de estas cuestiones han sido abordadas en el intercambio de cartas entre el PCUN(M) y el PCREU y llamo firmemente a los camaradas a estudiarlas.

Para ponerlo en términos más básicos, el Partido no ha sido claro sobre qué tipo de poder estatal es necesario establecer. El Partido ha estado confundido sobre la diferencia entre la dictadura y democracia de la burguesia (democracia burguesa, para abreviar) y la dictadura y democracia del proletariado. Y esta confusión fundamental ha desarmado al Partido ideológica y políticamente cuando la revolución alcanzó el punto en que se necesitaba establecer un nuevo poder estatal a nivel de todo el país.

No debemos olvidar que antes de que fuera transformada la práctica del Partido (el abandono de la Guerra Popular y el compromiso con el “proceso de paz” y el proceso constitucional, etc.) tuvo lugar un ataque teórico contra la concepción marxista básica de las cuestiones de democracia y dictadura, el estado, y la historia del movimiento comunista. Aquí me estoy refiriendo específicamente al artículo del c. Bhatterai “Sobre la cuestión de construir un nuevo tipo de estado”. No voy a repetir las críticas que se hicieron en la primera carta del PCREU de octubre de 2005 (escrita antes del movimiento de abril de 2006) pero para nada es casual que rápidamente la teoría revisionista expuesta se reflejó poco después en un viraje fundamental en la línea del Partido. Desafortunadamente muchos camaradas en Nepal y a nivel internacional no tomaron muy en serio la necesidad de rebatir el artículo del c. Bhatterai, fallando en reconocer el contenido y las implicaciones de la línea revisionista que él estaba proponiendo en ese artículo. Vale la pena apuntar que Chang Chun-chiao, uno de los destacados líderes de la GRCP, dijo: algunos camaradas consideran el estudio de la dictadura del proletariado como una “tarea flexible”. El enemigo de clase entiende que ésta es una “tarea inflexible”. Para ponerlo de otra manera, algunas veces los camaradas revolucionarios pueden, sea por pragmatismo o por otras razones, no abordar las cuestiones cruciales de lucha de líneas, pero los proponentes de la línea revisionista sin ninguna duda combatirán en el frente teórico.

Es necesario adoptar una visión amplia [abarcadora] de la revolución proletaria: ¿de qué se trata, a fin de cuentas? Sólo si somos claros sobre las metas y medios de la revolución proletaria será posible aplicar un correcto “rasero” para medir si el PCUN(M) ha estado avanzando en la dirección de realizar esos objetivos o no. Como fuera recalcado de manera tan poderosa por Lenin y Mao, la revolución se trata, sobre todo, de tomar el poder político y establecer un nuevo estado. Lograr este poder político no es, por supuesto, un “fin en sí mismo”. La dictadura del proletariado, incluso en la forma de nueva democracia correspondiente en Nepal, es importante sólo en la medida en que es una herramienta, un medio, a través del cual la sociedad puede ser transformada paso a paso como parte de alcanzar el comunismo en todo el mundo. Existe una relación dialéctica entre las metas del socialismo y por último el comunismo y los medios de la dictadura del proletariado y, como parte de esto, sus apropiadas formas de democracia. A la inversa, existe una relación similar entre la meta tácita de preservar el capitalismo y garantizar las condiciones más favorables para su desarrollo y el estado burgués como existe en el mundo hoy, inclusive en sus formas más democráticas como en Suiza o Francia.

Esto ayuda a explicar por qué Marx primero puso de manifiesto y Lenin recalcó de manera tan firme que no es posible “apoderarse” del aparato estatal tal como está y que a cambio el proletariado necesita “hacer añicos” el estado existente. Existe el factor más inmediato y obvio de que el aparato estatal se ha desarrollado en relación con el sistema dominante de explotación y las clases dominantes mismas. Si bien muchas de las instituciones gubernamentales en Nepal son “nuevas” (en el sentido de que no existían bajo la anterior monarquía), el corazón y centro del poder estatal, en Nepal como en todos los países, son las fuerzas armadas y, como ya lo hemos discutido, el viejo ejército reaccionario está exactamente en el corazón del “nuevo” estado en Nepal hoy.

En cuanto a la Asamblea Constituyente, esto puede ser nuevo para Nepal pero tales instituciones son la viva imagen de una bien aceitada maquinaria que ha sido ensayada durante muchas generaciones en los países dominados por la burguesía. Una y otra vez se ha demostrado que el proceso político democrático burgués estará al servicio la dominación de las clases explotadoras y la reforzará. Si en alguna ocasión representantes de partidos de oposición, incluso “socialistas” y “comunistas”, participan o incluso dirigen gobiernos, ellos permanecen dentro de los confines de estas instituciones políticas, legales y burocráticas y nunca han podido utilizar estas instituciones para transformar radicalmente el sistema socioeconómico en dirección revolucionaria. Los imperialistas y su ejército de politólogos y asesores son muy claros sobre esta realidad. Es por eso por lo que atar a los revolucionarios o ex revolucionarios a la telaraña del parlamentarismo es por lo general tan central a sus esfuerzos contrarrevolucionarios.

Si bien algunos otros partidos y agrupaciones políticas participarán en diferente grado en la transformación socialista, esto sólo sucederá si los revolucionarios comunistas hacen posible tal transformación manteniendo un firme control sobre el poder estatal y dirigen todo el proceso al avance. Debido a que la revolución proletaria va contra la espontaneidad de la sociedad capitalista y cientos de años de explotación de clase, se requerirá una lucha intransigente y prolongada para avanzar hacia el futuro comunista, para crear las condiciones políticas, materiales e ideológicas para avanzar hacia un tipo completamente diferente de sociedad.

Pero la tesis del PCUN(M) de “democracia multipartido” desdibuja la diferencia fundamental entre la democracia (y dictadura real) burguesa y la democracia y dictadura proletarias que se requiere establecer. Argumentar como lo hace el liderato del PCUN(M) que, de alguna manera, “la “competencia multipartido” determinará la dirección futura de la revolución es simplemente renunciar de antemano a avanzar en dirección del futuro socialista y comunista. El Partido muy correctamente no le pidió permiso a la mayoría de la población antes de lanzar la Guerra Popular en 1996 y sería terriblemente erróneo hacer depender la continuación de la revolución del resultado de unas elecciones.

Sólo porque el Partido proletario ha ganado el apoyo entusiasta de amplios sectores de la población a través principalmente de dirigir la heroica Guerra Popular de ninguna manera es evidencia de que el Partido pueda consistentemente ganar elección tras elección. Las clases reaccionarias tienen muchas ventajas en esta contienda —ventajas en riqueza, educación, conexiones internacionales y, nunca debemos olvidarlo, conexiones con la “baza” decisiva, el ejército reaccionario. No debería sorprender a nadie que si el juego es la democracia burguesa, los probables ganadores en cualquier período de tiempo serán los partidos burgueses.

Ni es correcto ver la “competencia multipartido” como la solución mágica para impedir una restauración capitalista bajo las condiciones del socialismo. Si bien las elecciones pudieran tener un importante papel bajo el socialismo como un medio de concentrar y fomentar el debate en toda la sociedad, el rumbo básico de la revolución socialista no puede hacerse depender de resultados electorales. Incluso bajo condiciones de socialismo, y mucho más en un mundo todavía dominado por el imperialismo, pueden surgir condiciones en las que la mayoría de la población pueda ser influenciada por la demagogia de los seguidores del camino capitalista o por sus llamados a los que podrían parecer (a corto plazo) los intereses de diferentes sectores del pueblo.

Lo que se necesitan son instituciones que incorporen a los más amplios sectores de las masas al proceso político, que permitan y fomenten auténtico debate y disentimiento, si bien garantizando que el estado realmente esté en las manos de las masas populares y sus representantes siendo específicamente dirigido por el Partido de vanguardia, y no permitiendo que las fuerzas de clase reaccionarias, viejas o nuevas, arrastren la sociedad hacia atrás. Aquí también pienso que muchas de las experiencias de la Guerra Popular y las instituciones que esta hizo surgir en el campo tales como los consejos locales y distritales, un diferente sistema de tribunales, elecciones pero organizadas bajo la autoridad revolucionaria, pudieran servir como importantes elementos de los cuales aprender, perfeccionar y corregir donde fuera necesario, en moldear un nuevo sistema de gobierno que pueda ejercer el poder a nivel nacional.

Algunos camaradas han argumentado que ellos tienen mucha claridad sobre la necesidad de un estado de nueva democracia, pero que existe la necesidad de hacer un llamado sobre una nueva base a las fuerzas de las clases medias que tienen un montón de ilusiones y prejuicios y aspiraciones democrático burgueses. En particular desde 2006 la cuestión del correcto enfoque político hacia las clases medias especialmente en el Valle de Katmandú ha asumido mucha más importancia. Es sin duda alguna cierto que ninguna toma revolucionaria del poder y ninguna transformación revolucionaria puede tener lugar sin una correcta política de frente unido hacia este importante sector de las masas. Existe la base para que muchos de estos sectores sean entusiastas apoyadores de la revolución mientras que otros que no compartan las metas comunistas pueden sin embargo participar plenamente en la nueva sociedad de una manera que nunca sería posible bajo la dominación de las clases reaccionarias. Pero no es correcto, y realmente perjudica la capacidad de unir lo más ampliamente posible, decir lo que se cree que la gente quiere oír, en vez de manifestar la verdad de que el Partido tiene que dirigir la sociedad para liberarla de todo el sistema en el que ahora está atrapada.

Aun cuando no es comprendido por muchos, sin embargo es cierto que solamente un estado revolucionario dirigido por un partido proletario puede realmente comenzar a resolver algunos de los problemas que también afectan profundamente a estos sectores del pueblo. De gran importancia son los jóvenes que han recibido educación: bajo el actual sistema tienen muy poco campo de acción para que pongan sus energías y esperanzas al servicio de la sociedad. Pero una sociedad diferente con un diferente poder estatal puede cambiar eso de manera dramática y abrir un panorama completamente nuevo para la actividad creadora, para adentrar en el conocimiento científico a las masas populares, para construir una economía basada en los propios esfuerzos que no esté determinada en lo fundamental por sus vínculos con el sistema imperialista mundial.

La “lucha por la democracia” ha sido y sigue siendo un importante campo de batalla entre el proletariado y otras fuerzas de clase. Pero esta lucha no es como los revisionistas de todo el mundo la han pintado. Para los revisionistas, la cuestión es combatir a la burguesía en el terreno de la democracia burguesa, en otras palabras, alegan que sólo los comunistas pueden implementar cabalmente la “verdadera” democracia. Por supuesto, hay montones de razones por las que este argumento ha interesado a grandes sectores del pueblo y una importante razón es que la democracia burguesa es siempre truncada, impura, incompleta —y mucho más en una sociedad como Nepal que ha sido fuertemente marcada por el feudalismo. Si bien es correcto y necesario denunciar ante las masas la hipocresía de la democracia burguesa, nunca debemos concluir de esto que la meta de la revolución debe ser la democracia “verdadera” (en esencia burguesa). Sin embargo el caso es que el sistema político de la democracia burguesa corresponde a la dominación política de la burguesía y el sistema económico del capitalismo y su mercado.



Conclusión

Todo el mundo sabe que ha tenido lugar una aguda lucha dentro del PCUN(M) sobre la línea y la política del Partido. Ya sea que el eclecticismo, las contradicciones y la confusión del documento de París Danda y otras declaraciones del Partido son resultado de la propia confusión de los camaradas o un compromiso consciente entre diferentes tendencias en el Partido, poco importa en última instancia. El resultado es el mismo: el Partido es incapaz de visualizar claramente el camino estratégico al avance y por tanto defiende y respalda la errónea concepción de los últimos años: la estrategia de elecciones, cese el fuego, desmantelamiento del EPL, etc., aun cuando llamen a preparativos para algo diferente.

Estoy seguro de que hay muchos camaradas del PCUN(M) que son sinceros en querer avanzar hacia culminar la revolución de nueva democracia y lanzar la revolución socialista. Pero esto no puede suceder a menos que los camaradas sean capaces de trazar claramente una línea de demarcación entre una línea auténticamente revolucionaria y la línea revisionista que tanto daño ha hecho en los últimos años. Repito, se necesita con urgencia salirse de todo el marco en que el Partido mismo se ha encerrado. Sin una resuelta lucha contra el revisionismo, y el desarrollo de una línea y estrategia que reflejen una clara ruptura con el actual rumbo, la victoria es imposible y el simple deseo de revolución no puede resolver el problema. Esto no es simplemente una “verdad general” más del marxismo que “todo el mundo” acepta en la teoría pero es libre de ignorar en lo específico. De hecho, todo el proceso de la revolución nepalesa ha reafirmado y revivido la brillante síntesis de Mao de que “El que sea correcta o no la línea ideológica y política lo decide todo”.

Una vez se estableció firmemente en el liderato del Partido una línea errónea, se puso en gran peligro todo el futuro de la revolución. Hoy, sólo restableciendo una firme y clara línea comunista revolucionaria puede el Partido abrirle el camino a una solución. Solamente revirtiendo radicalmente el rumbo —no tratando de navegar dentro de la corriente oportunista— podría ser posible retomar la iniciativa y salvar la revolución.

No puede ignorarse el peligro de que revolucionarios comunistas sigan cayendo cada vez más profundo en el pantano de la colaboración de clases. Pero con todo y eso muchísimos partidos con una línea oportunista y revisionista han sido víctimas de masacres por parte de los reaccionarios. Este fue el caso con la horrorosa masacre de comunistas y masas revolucionarias indonesias en 1965 y de nuevo el sangriento golpe de estado contra el gobierno de izquierda de Allende en Chile en 1973. Ni el nacionalismo y el oportunismo de los LTTE en Sri Lanka impidió un horrible y sanguinario ataque contra ellos y las masas que los apoyaban mientras la “comunidad internacional” se hacía la de la vista gorda. El revisionismo no es garantía contra tales eventualidades. Por el contrario, el revisionismo significa que las masas quedarán desarmadas ideológicamente así como organizativa y militarmente en tales circunstancias.

A menos que los camaradas sean capaces de romper con la pasada y actual concepción estratégica y de plantear un programa y estrategia básicos para la culminación de la revolución de nueva democracia y su subsiguiente avance hacia el socialismo y el comunismo, fracasarán los esfuerzos por desarrollar correctas tácticas, y la única cuestión verdadera es si la revolución será derrotada por un cruel golpe o por un lento estrangulamiento por el revisionismo y el oportunismo.

Los logros de la Guerra Popular y las esperanzas encendidas no sólo entre el pueblo de Nepal sino entre las masas de toda la región e incluso del mundo son demasiado valiosos para aceptar cualquiera de esas alternativas. A pesar del daño hecho por el revisionismo sigue existiendo una poderosa base entre las masas para avanzar la revolución a la victoria. Existen factores potencialmente favorables en la crisis que se desarrolla en el país que pueden y tienen que aprovecharse como parte de un enfoque radicalmente diferente concretado en nuevas consignas y políticas. Sinceramente espero que en esta crucial coyuntura los camaradas acepten el reto y demuestren de nuevo la misma audaz decisión y orientación comunista revolucionaria que caracterizaron la anterior decisión de romper con el revisionismo en el movimiento comunista de Nepal y lanzar la Guerra Popular. «

viernes, 8 de abril de 2011

MOVADEF: DENUNCIAR LA PÁGINA ´´MOVADEF AYACUCHO¨

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Mensaje de denuncia del MOVADEF enviado a Maoist Rebel en Facebook

Movadef Perú 01 de abril a las 20:50

Buenas, sr. Maoist Rebel, le escribimos del MOVIMIENTO POR AMNISTÍA Y DERECHOS FUNDAMENTALES, para informarle que la página MOVADEF AYACUCHO, no tiene ninguna conexión con nuestra organización, al parecer las personas que lo han creado han tenido otros fines opuestos a lo que se busca que es desarrollar el camino democrático del pueblo. Le pedimos denuncie esta página que está generando desinformar a la población, y pueda agregarse a la página oficial de nuestro movimiento. muchas gracias.
MOVADEF - BASE CENTRAL .


Maoist Rebel 04 de abril a las 19:43

Estimados compañeros del Movadef:

He recibido su mensaje y hare la investigación necesaria y en cuanto tenga la precisión de lo que me esta informando hare la denuncia respectiva. De igual manera pido a su organización que haga lo mismo respecto a las páginas http://www.solrojo.org/ y http://pcp-crm.blogspot.com/, así como a toda información de dudosa procedencia que intenta desde hace años dar una falsa imagen de la situación del PCP estafando a los comunistas del mundo con la patraña de "la guerra popular avanza imparable". Si realmente están por un camino honesto tomen en cuenta lo que les estoy escribiendo. Pero al mismo tiempo les recuerdo que no soy partidario de la Amnistía General ni del pensamiento Gonzalo, sino del marxismo-leninismo.maoísmo y la violencia revolucionaria como unica forma de destruir el viojo Estado burgués.

Clasistamente
Ariel Colmenares

lunes, 4 de abril de 2011

LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA REPRESIÓN SEXUAL


(LA PRENSENTE ENTRADA ES UN ESCRITO DEL DR. REICH QUE DESENMASCARA LAS CONCEPCIONES REACCIONARIAS RESPECTO AL SEXO, CONCEPCIONES ALIMENTADAS POR LOS MISMOS REVISIONISTAS AL INTERIOR DEL MOVIMIENTO COMUNISTA DE TODOS LOS PAÍSES PARA SOCAVAR LA CONCIENCIA REVOLUCIONARIA DE LOS CAMARADAS HONESTOS. ES POR ESO QUE SE PIDE A QUIENES LEAN ESTA ENTRADA QUE LA DIFUNDAN MASIVAMENTE, SI ES POSIBLE TAMBIEN REALICEN UNA VERSION IMPRIMIDA)

A Lenin ya le había sorprendido el comportamiento irracional y singular de las masas antes de la sublevación o durante el desarrollo de ésta. Hace el siguiente relato de las sublevaciones de soldados en Rusia en 1905:

"El soldado estaba lleno de simpatía por la causa de los campesinos; a la sola mención del campo le brillaban los ojos. Más de una vez había pasado el poder en las tropas a manos de los soldados, pero esta situación no había sido explotada casi nunca; los soldados dudaban; algunas horas después de haber matado a un superior detestado, les concedían la libertad a los demás, entablaban negociaciones con las autoridades y luego se dejaban ejecutar y azotar, y aceptaban "el yugo de nuevo..."
(Lenin, Sobre la religión.)

Los místicos de todos los pelajes explicarán tal actitud por la naturaleza moral inmutable del hombre, que constituiría un obstáculo a la rebelión contra las instituciones divinas, la autoridad del Estado y sus representantes; los marxistas vulgares pasan al lado de tales fenómenos que no les interesan, sin prestarles atención y sin poder explicarlos, porque no son explicables por los solos argumentos económicos. La teoría freudiana se acerca más a la verdad cuando explica tal comportamiento por el sentimiento de culpabilidad adquirido durante la infancia, frente a todas las personas que representan al padre. Sólo que no nos dice nada sobre el origen y la función sociológica de un comportamiento como ese y no propone, por este motivo, solución práctica ninguna. Tampoco comprende sus relaciones con la represión y la deformación de la vida sexual de las masas.

Antes de abordar el análisis de los fenómenos irracionales de los que se ocupa la psicología de masas es indispensable echar una breve ojeada a los problemas suscitados por la economía sexual, de la que hemos tratado en detalle en otra parte.

La economía sexual es un sector de la investigación desgajado hace algunos años de la sociología de la vida sexual humana por la aplicación a este campo del funcionalismo y que, desde entonces, ha conseguido esclarecer una serie de hechos de un tipo nuevo. Su fundamento son las condiciones preliminares siguientes: Marx encontró la vida social dominada por las condiciones de la producción económica y los conflictos de clase que, en un punto determinado de la historia son su consecuencia. La servidumbre de la clase oprimida por los propietarios de los medios de producción social no se hace casi nunca por la fuerza bruta: su arma principal es su poder ideológico sobre los oprimidos, que sostiene eficazmente el aparato del Estado. Ya hemos subrayado que Marx veía en el hombre vivo y productor, con sus atributos psíquicos y físicos, la primera condición de la historia y la política. La estructura caracterológica del hombre que actúa, dicho de otro modo, del "factor subjetivo de la historia" en el sentido de Marx, no fue explorada porque Marx era sociólogo y no psicólogo y porque, en su tiempo, la psicología científica aún no existía. Aún no se ha dado respuesta alguna a la cuestión de saber por qué razón los hombres han soportado a lo largo de milenios la explotación y la humillación, en una palabra, el esclavismo; la investigación se limitaba al proceso económico de la sociedad y al mecanismo de la explotación económica.

Apenas cincuenta años más tarde, Freud descubrió, por un método particular, al que dio el nombre de psicoanálisis, el proceso que domina la vida del alma. Sus más importantes descubrimientos, que anularon y conmocionaron una gran cantidad de antiguos conceptos — lo cual le atrajo al principio el odio de la gente—, son los siguientes: La conciencia (psicológica) no es más que una pequeña parte del campo psíquico; es tributaria de los procesos psíquicos inconscientes que, por esta razón, escapan al control de la ciencia: todo acontecimiento psíquico —incluso aunque aparezca desprovisto de sentido, como el sueño, el acto fallido, los despropósitos de los psicóticos y de los alienados— tiene una función y un "sentido" perfectamente comprensible si se consigue insertarlo en la historia del desarrollo de la persona humana. Debido a este descubrimiento, la psicología que" hasta entonces había vegetado bajo la forma de una especie de física del cerebro ("mitología del cerebro"), o como la hipótesis de un espíritu objetivo misterioso, alcanzaba repentinamente un puesto entre las ciencias naturales.

El segundo gran descubrimiento de Freud era el de una sexualidad infantil muy activa, completamente independiente de la función de reproducción: la sexualidad y la reproducción, lo sexual y lo genital no son, pues, en absoluto, idénticos; la disección analítica de los procesos psíquicos ha puesto en evidencia, por otro lado, que la sexualidad o, más bien, la energía, la libido, que es de origen somático, es el motor central de la vida del alma. Las premisas biológicas y las condiciones sociales se van a encontrar en el terreno psíquico.

El tercer gran descubrimiento de Freud fue que la sexualidad infantil, de la que también forma parte lo esencial de las relaciones padre-hijo (complejo de Edipo), es generalmente reprimida porque el niño teme que sus padres le castiguen por actos y pensamientos sexuales (aquí se encuentra el sentido profundo de la "angustia de castración"); de este modo, la sexualidad queda apartada de la acción y borrada de la memoria. La represión de la sexualidad infantil la suprime de la conciencia sin por ello arrebatarle su energía; por el contrario, la refuerza y la influye de tal modo que se manifiesta en muchas turbaciones patológicas de la vida del alma. Como esta regla se aplica, sin excepción, a todos los hombres vivos, Freud podía decir que su paciente era la humanidad entera.

El cuarto descubrimiento importante en este contexto fue el de que las instancias morales en el hombre no tienen origen supraterrestre alguno, sino que son el resultado de las medidas pedagógicas que, desde la más tierna edad del niño toman los padres o sus representantes. En el centro de estas medidas pedagógicas se encuentran las que se dirigen a la represión sexual del niño. El conflicto que opone al principio los deseos de los niños a las prohibiciones de los padres se prolonga después en el conflicto interior de la persona entre los impulsos y la moral. Las instancias morales, que pertenecen al inconsciente, chocan en el adulto contra su conocimiento de las leyes de la sexualidad y de la vida psíquica inconsciente; favorecen la represión sexual ("resistencia sexual") y aplican la resistencia del mundo contra el descubrimiento de la sexualidad infantil.

Todos estos descubrimientos (y nos hemos limitado a citar los que tienen una incidencia directa sobre nuestro objeto) han asestado un golpe muy fuerte —a veces debido a su sola existencia— a la filosofía reaccionaria y muy especialmente a la metafísica religiosa, que se erige en defensora de los valores morales eternos, que afirma que el mundo está dominado por un espíritu objetivo y que niega la sexualidad infantil y pretende relegar la sexualidad a la función reproductora únicamente. Tales descubrimientos no pudieron desplegar todos sus efectos porque la sociología psicoanalítica que se edificara a partir de ellos les arrebató en gran medida lo que tenían de revolucionario y progresista. No es éste el lugar de demostrarlo. La sociología analítica intentó analizar la sociedad como si fuera un individuo, opuso de modo absoluto el proceso cultural a la satisfacción sexual, interpretó los impulsos destructores como datos biológicos originales que presidieran de modo ineluctable los destinos humanos, negó la existencia de una era matriarcal primitiva y desembocó, espantada de sus propias conclusiones, en un escepticismo paralizante. Desde hace mucho tiempo ha adoptado una actitud hostil frente a los que hacen este balance y sus representantes son consecuentes consigo mismos cuando luchan contra estas tentativas. Pero todo esto no cambia nada en el hecho de que nosotros estemos dispuestos a rechazar enérgicamente todo ataque contra los grandes descubrimientos de Freud, venga de donde venga.

Las investigaciones realizadas con ayuda de la sociología fundada sobre la economía sexual, la cual toma como punto de partida estos descubrimientos, no se limitan a ser una tentativa más de completar a Marx con Freud o a Freud con Marx, o de hacer una amalgama de los dos. Hace poco, hemos declarado cuál era la función precisa que asume el psicoanálisis en el edificio del materialismo histórico: puede ayudar a la comprensión de la estructura y de la dinámica de la ideología, pero no de su aspecto histórico. Sólo un político limitado podría reprocharle a la psicología analítica estructural no sacar rápido partido de sus hallazgos en forma de consejos prácticos. El hecho de que se encuentre afectada de algunas deformaciones debido al contagio con la filosofía conservadora, no debería ser motivo para que un politicastro la rechazara en bloque. Que haya comprendido la sexualidad infantil es un título de gloria científica y revolucionaria que ningún sociólogo auténtico le disputará.

Se sigue de ello que la ciencia de la sociología de la economía sexual, que descansa sobre los descubrimientos sociológicos de Marx y sobre los descubrimientos psicológicos de Freud, es una psicología de masas y una sociología sexual a la vez. Comienza allí donde, tras el rechazo de la filosofía de la cultura de Freud,* termina la problemática clínica y psicológica del psicoanálisis.

(•) Que, a pesar de su idealismo, contiene más verdades sobre la vida activa que todas las sociologías y muchas de las psicologías marxistas reunidas.

El psicoanálisis nos revela los efectos y los mecanismos de la represión y la inhibición sexuales así como los detalles de sus consecuencias patológicas. La sociología basada en la economía sexual va más allá: ¿por qué motivo de orden social está reprimida la sexualidad en la sociedad e inhibida en el individuo? es la pregunta que se plantea. La Iglesia responde: en interés de la salvación eterna; la filosofía moral mística: a causa de la naturaleza moral eterna del hombre; la filosofía cultural freudiana dice: en interés de la "cultura". Uno puede llegar a preguntarse con escepticismo en qué puede obstaculizar a la instalación de estaciones de gasolina o a la producción de aviones, la masturbación de los niños o las relaciones sexuales entre los adolescentes. Tenemos la impresión de que no es la actividad cultural la que está en peligro, sino la forma actual de esa actividad, cosa que estaríamos dispuestos a sacrificar gustosamente a ese precio, para poner fin a la inmensa angustia de los niños y de los adolescentes. De este modo queda claro que el problema no es cultural, sino de orden social. Si examinamos la historia de la represión sexual descubriremos que su nacimiento no coincide con el de la cultura, que no es una condición de la formación de la cultura, sino que ha aparecido relativamente tarde, tras la instauración del patriarcado autoritario y el nacimiento de las clases. En ese momento se comienza a poner al servicio de la minoría los intereses sexuales de todos; el matrimonio y la familia autoritaria le han dado a esta situación una nueva forma de organización. La sensibilidad del hombre se modifica con la restricción y la represión sexuales y, de este modo, aparece la religión que niega la sexualidad y que, poco a poco, instala su propia organización de política sexual: la Iglesia, con todos sus precursores, dedicada especialmente a la extirpación del placer sexual y de la escasa felicidad sobre la tierra. No es preciso añadir que esta evolución no carece de significación social si se la estudia bajo el punto de vista de la explotación, entonces floreciente, de la fuerza humana de trabajo.

Para comprender bien esta relación es importante hacerse una idea muy clara de la institución central social donde convergen las situaciones económica y socioeconómica de la sociedad patriarcal y autoritaria. Sin tomar en consideración- esta institución es imposible comprender la economía sexual y el proceso ideológico del patriarcado. El psicoanálisis de individuos de todos los países y de todas las capas sociales muestra que la conjunción de las estructuras socioeconómica y sexual de la sociedad así como su reproducción estructural se producen a lo largo de los cuatro o cinco primeros años de la vida por los cuidados de la familia autoritaria. A continuación, la Iglesia no hace otra cosa que perpetuar esta función. Al Estado autoritario le interesa por tanto sobre todo perpetuar la familia autoritaria: ella es la fábrica en la que se elaboran su estructura y su ideología.

Hemos encontrado, pues, la institución donde se opera la conjunción entre los intereses económicos y sexuales del Estado autoritario. Queda la cuestión de saber cómo se efectúa esta conjunción y cuál es su mecanismo. Aquí también el análisis de la estructura caracterológica típica del hombre reaccionario (comprendido el trabajador) nos proporciona la respuesta; pero tal respuesta no es patente más que al que está acostumbrado a investigar sobre el análisis caracterológico. La inhibición moral de la sexualidad natural del niño cuya última etapa es la limitación característica a la sexualidad genital hace del niño un ser angustiado, salvaje, sumiso, obediente, "amable" y "dócil" en el sentido autoritario de la palabra; de este modo, todo gesto vital y libre está cargado de una fuerte dosis de angustia, que paraliza las fuerzas rebeldes en el hombre y deteriora su potencia intelectual y su sentido crítico, imponiéndole la prohibición de pensar en las cosas sexuales. En una palabra, su fin es la creación del sujeto adaptado al orden autoritario, que lo acepta a despecho de todas las miserias y humillaciones. Para comenzar, el niño ha de plegarse al estado autoritario en miniatura que es la familia, cuyas estructuras tiene que aceptar a fin de poder integrarse más tarde en el marco del orden social general. La estructuración autoritaria del hombre se produce en primer lugar por la localización de inhibiciones y angustias sexuales en la materia viva de los impulsos sexuales; lo cual no debe olvidarse.



No nos resultará difícil comprender por qué la economía sexual considera a la familia como la célula de reproducción más importante del sistema social autoritario si nos paramos a considerar a título de ejemplo, el caso de la mujer conservadora, esposa de un trabajador medio. Tiene la misma hambre que la esposa partidaria de la libertad, padece de la misma forma bajo la situación económica, pero vota a los fascistas.

Si, además, por otro lado, examinamos la diferencia, en materia de ideología sexual, entre la mujer liberal y la reaccionaria media, nos daremos cuenta de la importancia primordial de la estructura sexual: la inhibición moral antisexual impide a la mujer conservadora tomar conciencia de su situación social y la liga con tanta fuerza a la Iglesia cuanto ella teme al "bolchevismo sexual". Desde el punto de vista teórico, las cosas se presentan de modo siguiente: el marxista vulgar, acostumbrado a los razonamientos mecanicistas supondrá que la toma de conciencia de la situación económica será tanto más decisiva, cuanto mayor sea la miseria sexual que se añada a la económica. Según esta hipótesis, los adolescentes y la masa de mujeres deberían estar más inclinados a la revolución que los hombres. Sin embargo, la verdad es lo contrario. El economista no sabe cómo explicar este fenómeno; es incapaz de comprender incluso por qué la mujer reaccionaria rehúsa escuchar su programa económico. La explicación es la siguiente: la represión de las necesidades materiales más groseras no produce el mismo efecto que la represión de las necesidades sexuales. La primera excita a la revolución; la segunda, dado que somete las exigencias sexuales a la inhibición, que las sustrae a la conciencia, que se ancla interiormente bajo la forma de defensa moral, impide la revolución contra las dos formas de la represión. Notemos que la inhibición de la revolución es también inconsciente. El hombre medio apolítico no experimenta ni los primeros atisbos.

El resultado es el conservadurismo, el miedo a la libertad, una mentalidad reaccionaria.

La inhibición sexual refuerza la reacción política no sólo por medio del proceso descrito más arriba haciendo pasivo y apolítico el individuo integrado en la masa, sino que crea en la estructura del hombre una fuerza secundaria, un interés artificial que sostienen por su parte el orden autoritario de modo activo. Puesto que la sexualidad, a la que el proceso de inhibición niega las satisfacciones naturales, se vuelve a toda clase de satisfacciones complementarias. De este modo la agresividad natural se transforma en sadismo brutal, sadismo que es una de las bases esenciales, desde el punto de vista de la psicología de masas, de las guerras que los intereses imperialistas organizan. Tomemos otro ejemplo: desde el punto de vista de la psicología de masas, el militarismo resulta eficaz porque pone en movimiento un mecanismo libidinal. El efecto sexual del uniforme, la excitación erótica de los desfiles debido a la perfección del movimiento rítmico, el carácter exhibicionista de la facha militar son más claramente accesibles a una criada o a una empleadilla que a nuestros políticos más eruditos. La reacción política, por su parte, se sirve a sabiendas de estos intereses sexuales. No solamente crea vistosos uniformes para los hombres, sino que, además, confía el reclutamiento a muchachas atractivas. Para terminar, citemos los carteles de las potencias militaristas cuya argumentación, más o menos, es la siguiente: “¡Si quieres conocer los países extranjeros, enrólate en la Marina Real. Los países extranjeros se representan por mujeres exóticas. ¿Por qué son tan eficaces estos carteles? Porque nuestra juventud, frustrada por la represión sexual, tiene hambre sexual.

Tanto la moral sexual que obstaculiza las aspiraciones a la libertad, como las potencias que hacen el juego a los intereses autoritarios, obtienen su energía de la sexualidad reprimida. Con ello tocamos uno de los resortes esenciales del proceso llamado “efecto de reacción de la ideología sobre la base económica”: la inhibición sexual crea modificaciones estructurales en el hombre oprimido económicamente, que le obligan a actuar, sentir y pensar en contra de sus intereses materiales.

La observación de Lenin encuentra así su confirmación y explicación en los descubrimientos de la psicología de masas. Los soldados de 1905 veían de modo inconsciente, en sus oficiales a sus padres del tiempo de su infancia, símbolos de la idea de Dios, que reprimían la sexualidad y a los que no se podía matar, incluso aunque le envenenaran a uno la vida. Su arrepentimiento y sus dudas una vez que habían tomado el poder eran la expresión del odio transformado en su contrario, la compasión; odio que, de este modo, no podía traducirse en actos.

El problema práctico de la psicología de masas es, pues la activación de la mayoría pasiva de la población, siempre dispuesta a volar en auxilio de la reacción política, así como la supresión de las inhibiciones que contrarrestan las génesis de la voluntad de libertad nacida de la situación socio-económica. Nada podía detener las energías psíquicas de una masa media que vibra ante el espectáculo de un partido de fútbol o de una ópera de pacotilla, si se consiguiera desencadenarla y canalizarla hacia los fines racionales del movimiento de liberación. Este es el punto de partida del siguiente estudio sobre la economía sexual.

(•) Que, a pesar de su idealismo, contiene más verdades sobre la vida activa que todas las sociologías y muchas de las psicologías marxistas reunidas.


Extracto del libro: La Psicología de Masas del Fascismo. Wilhelm Reich